lunes, 15 de junio de 2015

FURIA DE TITANES VS. EL MITO DE PERSEO.

Diferencias entre la película Furia de Titanes y el mito de Perseo
Por Peralta Sol.

Existen muchas diferencias entre la película: Furia de Titanes y el conocido mito de Perseo. En primer lugar en el mito la historia se divide en tres partes: la del abuelo y el oráculo, la de la cabeza de Medusa y la de Andrómeda, a diferencia de la película en la que la historia del abuelo no aparece y las otras historias están mezcladas. En segundo lugar, en el texto Acricio es el padre de Dánae y el abuelo de Perseo, sin embargo en la filmación aparece Acrisio como el marido de Dánae y el padrastro de Perseo. Seguidamente en la narración Dánae no muere en el cajón de Acrisio pero en la versión fílmica ella muere cuando la arrojan al mar. También en lo leído Zeus se convierte en lluvia para tener relaciones sexuales con Dánae, en cambio en la filmación Zeus se convierte en Acrisio para vengarse de él, acostándose con Dánae. En quinto lugar, en la obra la cabeza de Medusa sirve para liberar a la madre de Perseo de Polidectes, a diferencia de la versión de cine en la que la cabeza de Medusa sirve para matar al Kraken y salvar a Andrómeda. Además en el texto no existe la pelea entre Hades y Zeus, en oposición a la filmación en la que Hades y Zeus se disputan el poder y el rencor de Hades. En séptimo lugar en la narración el Pegaso aparece del chorro de sangre del cuello de Medusa, sin embargo en la versión fílmica aparece el Pegaso volando como regalo de los dioses. Finalemente en lo leído Perseo respetaba a los dioses, a diferencia de la filmación en la que Perseo está nojado con ellos.



Perseo (MITO)

Perseo era hijo de Zeus y de la mortal Da­nae. Fue uno de los heroicos semidioses de la mitología griega junto a Heracles y Teseo, llevando a cabo numerosas tareas sobrenaturales.
Acrisio, rey de Argos y padre de Dánae, la había encerrado en una torre de bronce para evitar que ella concibiese un hijo, ya que un oráculo le había asegurado que su nieto lo mataría. Zeus, que deseaba a Dánae, rechazó dejar este castigo así. Visitó a Dánae en forma de lluvia de oro, de la cual nació Perseo (ver Dánae). Acrisio, sorprendido, encerró a la madre y al hijo en una caja y los arrojó al mar, pero gracias a la protección de Zeus, la caja llegó a salvo a la isla de Sérifos, donde Dánae y su hijo fueron acogidos por el rey Dictis, hermano del rey Polidectes de Sérifos. Perseo creció junto a su madre y el rey, pero Polidectes se enamoró de Dánae y decidido librarse del muchacho, que ya cuidaba de su ma­dre. Por ese motivo le encargó que le traje­se la cabeza de Medusa, algo imposible dada la apariencia del monstruo, que convertía en piedra al que osase mirarla (ver Gorgonas, Las).
Afortunadamente, Perseo contó con la ayuda de Atenea, que estaba enemistada con Medusa a causa de la relaciones que tenía con Poseidón -que quizá la había violado- en un santuario dedicado a Atenea. La diosa le dio a Perseo un espejo de bronce tan bruñido que reflejaba todo lo que veía y le dijo lo que tenía que hacer. Primero debería visitar a las gorgonas, tres hermanas que vivían en el norte de África -dos según algunas versiones- y que eran brujas que compartían un solo ojo. Perseo les robó el ojo y les obligó a mostrarle el camino para llegar a Medusa, lo cual aceptaron a cambio del ojo, que finalmente arrojó al agua para que no pudiesen advertir a nadie de sus intenciones. Unas ninfas le dieron a Perseo un casco que lo hacía invisible, un par de sandalias aladas y un saco en el que meter la cabeza de Medusa cuando la hubiera atrapado. Hermes le entregó un sable mágico.
Con la ayuda de todos los regalos, Perseo voló hasta el hogar de las otras gorgonas junto al Océano. Las tres hermanas se habían dormido y Perseo pasó delante de ellas con cuidado, sin perder de vista a Medusa sirviéndose de su escudo como espejo para no tener que mirarla directamente y evitar de ese modo que lo convertiera en piedra. Así cortó la cabeza llena de serpientes del monstruo con el sable de Hermes y la puso en el saco. La sangre derramada por Medusa originó al monstruo Crisaor y al caballo alado Pegaso (ver Belerofonte).
Según Ovidio, el primer encuentro que tuvo Perseo a su regreso fue con el titán Atlas, a quien se presentó como hijo de Zeus. Perseo no fue bien recibido porque un oráculo le había dicho a Atlas que un hijo de Zeus le robaría las manzanas del jardín de las Hespérides. Cuando el gigante adoptó una postura amenazante, el héroe le mostró la cabeza de Medusa y lo convirtió en piedra, pasando a ser así la cadena montañosa que conocemos con ese nombre (ver Atlas). Perseo continuó su viaje hacia el oeste, a través de África, y llegó a Etiopía, donde vio a una bella mu­chacha encadenada a una roca junto al mar. Era Andrómeda, la hija del rey Cefeo, que estaba a punto de ser sacrificada a un monstruo marino como acto conciliador por las arrogantes palabras de su madre Casiopea (ver Andrómeda). Perseo vio aparecer al terrible monstruo de las profundidades del mar para devorar a Andró­meda y les dijo a sus desesperados padres que la salvaría si prometían convertirla en su esposa. Cefeo y Casiopea aceptaron de inmediato e incluso le ofrecieron el reino como dote. Como si de un ave se tratase, Perseo se abalanzó sobre la bestia y le clavó su sable. Sus sandalias aladas le permitieron huir inmediatamente del ataque del monstruo, que murió poco después de ser atravesado.
La boda de Perseo y Andrómeda no fue tan feliz como ellos querían. Cefeo ya había prometido a Andrómeda a su hermano Fineo, que no se conformó con las explicaciones del rey. Con un gran número de seguidores, Fineo apareció en la celebración, convirtiéndola en un baño de sangre en el que hubo numerosas víctimas y Perseo tuvo que utilizar la cabeza de Medusa, su arma más mortífera. De esta manera quedaron convertidos en piedra Fineo y todos sus seguidores.
Años después, cuando Andrómeda le había dado un hijo a Perseo, la pareja viajó a Sérifos, llegando a tiempo de rescatar a su madre y a Dictis de las manos de Polidectes cuando se habían refugiado en un santuario. Polidectes no quiso creer que Perseo hubiese regresado con la cabeza de Medusa y trató al héroe con desprecio. Perseo le mostró la cabeza de la criatura y Polidectes se convirtió en fría piedra.
Perseo convirtió a Dictis en rey de Sérifos y prosiguió su viaje hasta Argos, que era el reino de su abuelo. Acriso, recordando la predicción en el sentido de que moriría a manos de su nieto, temió que su final estaba cerca y huyó a Tesalea, aunque no pudo escapar a su destino. Perseo lo persiguió hasta allí y ambos se encontraron compitiendo en los juegos locales en honor del rey. Durante una de las pruebas, un disco lanzado por Perseo cayó sobre la cabeza de Acriso y le mató.
De vuelta en Argos, Perseo convirtió en piedra al usurpador Preto y ascendió al trono del lugar -muchos piensan que se trataba de la ciudad-estado de Tirins-. Como quiera que fuere, allí se quedó a vivir felizmente con Andrómeda, que le dio otros cinco hijos y una hija.
Después de su muerte, la que había sido su gran protectora, Atenea, lo subió a los cielos y lo convirtió en una constelación. Ese mismo honor lo recibieron Andrómeda y sus padres. Antes de hacer esto, Atenea había tomado la cabeza de Medusa y la había puesto en su escudo o aegis con el que cubría sus hombros.

BARACK




En el reino cielo hay dos enamorados: el héroe Heelsong y el monstruo Sara. El héroe fue a visitar a Jack, el dios de la tierra, quien le advirtió que la dejara a Sara porque Tefi, la mitad zorra y mitad mujer, era capaz de matar a una persona muy importante para ellos dos. Él no tomó en cuenta su consejo y siguió su vida. Tefi se enfadó y se puso celosa por no poder estar con el hombre que amaba.
Tiempo después Heelsong y Sara tuvieron un hermoso niño  llamado: Barack, mitad sapo y mitad hombre, cumplió sus 18 años y ya era un ser muy valiente. Les dijo a sus padres que se iría a vivir a la ciudad de Las Heras. Ellos no estaban muy convencidos pero él ya era un hombre y tenía que seguir su vida. En el camino hacia la ciudad de Las Heras se encentró con Jade quien le advirtió que para cruzar el puente que da camino a la ciudad se tendría que enfrentar con Dudú, el dios del pelo:
-Querido Barack, ten cuidado con Dudú, no lo mires a los ojos- le advirtió Jade.
-¿Quién es usted? ¿Y por qué no puedo mirarlo a los ojos?
-Yo soy tu tía, hermana de Heelsong, no lo puedes mirar a los ojos porque te hipnotiza y te sujeta con su pelo largo.
-No sabía que mi padre tenía una hermana, gracias por advertirme.
Barack emprendió su camino y al llegar al puente que une la ciudad del cielo con Las Heras se encontró con Dudú como le había advertido su tía. Lo enfrentó, no lo  miró a los ojos y cortó su cabello con su espada. Luego a la misma espada se la enterró en el corazón. Después de la dura pelea llegó a la ciudad, se encontró con un monstruo cuyo nombre era Tefi. Ella sabía que él era hijo de Heelsong y de Sara, entonces con sus encantos lo enamoró y finalmente comenzó su venganza. Después de una larga relación, lo envenenó, unas horas después sus padres se enteraron de la noticia y Heelsong se arrepintió de no haberle dado importancia a lo que le había advertido el dios Jack.

Narradoras:
Sol Peralta
Antonella Varas

JADE, LA SEMIDIOSA LOBO


Los dioses de los 4 puntos cardinales, el zorro del oeste, la manticora del este, el ave fenix del norte y el lobo del sur se enfrentaron en una guerra donde los cuatro dioses murieron. El lobo antes de morir se transformó en humano y le pidió a una bella joven que continúe su descendencia. Así nació Jade: era una mujer con orejas y cola de lobo, fue rechazada por el pueblo. Su madre fue la única persona que la aceptó, pero cuando su  madre murió  no le quedó mas opción que desaparecer de la vista humana.
Ella tenía dos hermanos, el mayor era el dios que simbolizaba la maldad, se llamaba Eren, y su hermano menor  llamado Mizuki simbolizaba el bien. Jade era el equilibrio de esas dos fuerzas. Un día el oráculo le dijo a Eren que sus hermanos lo iban a matar. Al enterarse eso Eren mató a Mizuki  y mataría a  Jade. Ella fue a la tumba de su padre y buscó la espada que tenía más filo y decidió enfrentarse a Eren  para vengar la muerte de Mizuki. Fue una batalla difícil , pero Jade mató al dios Eren.
Un día Jade se convirtió en una mujer humana  y conoció a un muchacho, él al verla le  propuso casamiento. Después que se casaron y Jade lo llevó al bosque donde le mostraría su verdadera forma. Ella se acercó al roble más grande y le mostró  su verdadera forma, el muchacho tan asustado le clavó una daga en el corazón dejándola clavada en el árbol después el joven se quitó la vida diciendo que cuando reencarnara podrían estar siempre juntos. Pero no fue así ya que el cuerpo y el alma de Jade quedaron sellados en el árbol.


Narradora:
Carla Lauman

domingo, 14 de junio de 2015

NACIMIENTO DE DUDÚ Y JACK




Zacaria se enamoró perdidamente de Sara (sapo-rata), pero para estar juntos él debería enfrentar al padre de Sara. Leonel, mitad hombre-león, es peligroso, porque tiene un poder que con su fuerte rugido hace que todos se queden sordos. La única que sabía de su poder era Sara, Zacaria tenía una a su favor.

Él estaba listo para viajar a Andrómeda, antes de salir Sara le dio unos tapones y le dijo: "ponetelos cuando hayas llegado al bosque donde está mi padre". Él no entendía nada.
Llegó, y antes de entrar al bosque se acordó de lo que le había dado Sara, se los puso en sus oídos y fue directo a enfrentar al padre de ella. Antes de eso se encontró con muchas serpientes venenosas, agarró su espada y les arrancó las cabeza una por una, siguió caminando y vio arenas movedizas, tomó la rama de un árbol y se balanceó para seguir su camino.
Zacaria alzó la vista y vio a Leonel sentado en una silla esperándolo. Zacaria sacó rápidamente su espada para cortale el hocico y que no pudiera rugir, Leonel lo único que hacía era rugir y arañar. Zacaria se subió a un árbol, se tiró con todo hacia su enemigo, le arrancó la cabeza y así lo mató.
Él regresó junto Sara y vio que tenía en su brazos a Dudú y Jack.


Narradora:
Camila Llampa